martes, 28 de agosto de 2012

El ritmo en Suite Habana


Suite Habana

Definitivamente este film como su nombre lo indica es una radiografía de la vida en La Habana, una ciudad costera en donde el ritmo de la vida no se asemeja al ritmo cosmopolita de las ciudades al interior del continente. Allí la vida transcurre lentamente, el calor y la luz acompañan los días que pasan. Fernando Pérez recrea en el film un día en la habana, empezando al alba en un día y terminando al alba del siguiente. Para generar esta sensación recurre a elementos comunes al inicio y al final del documental tales como el faro y la estatua de John Lennon, utilizando diferentes encuadres pero al volver sobre los mismos objetos se cierra el círculo narrativo y la historia. El elemento primordial que marca el paso del tiempo es la luz, al avanzar el día ésta va cambiando magistralmente, las sombras “caminan” de acuerdo a la hora. El color también cambia según la posición del sol y el paso de noche a día y luego de día a noche es evidente. La narración está basada en el seguimiento de varios personajes durante un día, desde que se levantan hasta que están dormidos por la noche y vuelve a salir el sol en el siguiente. Las actividades propias de cada personaje coinciden las unas con las otras de acuerdo a la hora del día, elemento que marca el ritmo de sus vidas y del film. El ritmo del film es lento, como la isla y sus habitantes, al vaivén de las olas. Se utilizan muchos planos generales y la duración de los mismos es generosa, lo cual dilata el tiempo y generan en el espectador una verdadera sensación de lentitud. Debido a la variedad de historias, el ritmo no perjudica la atención debido al contraste entre unas y otras. La carga dramática de las acciones de los personajes van acorde al ritmo, ya que el resultado que produce al interior del espectador es la de un grupo de personas que trabajan día a día por conseguir sus sueños, lo cual les cuesta trabajo y al final, un día más.

El hilo conductor de este film es el transcurrir del tiempo, la luz y el cambio de actividades de acuerdo a la hora, todo esto en un escenario maravilloso como lo es La Habana, con sus construcciones viejas, indicio del paso inclemente del tiempo.


sábado, 25 de agosto de 2012

La ética en "A ras del cielo"


El voló y yo rodé...

El proyecto documental “A ras del cielo” surgió a raíz de un deseo personal de retratar a alguien viviendo una experiencia fuera de su control, sacándola de su entorno y llevándola a volar en parapente. La persona escogida fue Mario, un chico de 26 años, quien hace cuatro, por un lamentable suceso no puede volver a caminar y queda destinado a moverse en una silla de ruedas. Fueron dos las razones de haberlo escogido a él y no a otra persona, la primera fue su condición de limitación física. El gesto de llevar a volar a alguien que por su limitación está destinado a permanecer en tierra, no es comparable con el resultado de llevar a alguien que pueda caminar, esto visto no solo desde la reacción del individuo al momento de volar, sino también desde el punto de vista del público al evaluar las razones de llevar a uno u otro. La segunda razón ha sido la actitud de Mario frente a su realidad, la forma como él afronta su vida. Mario vende chiclets en un semáforo en el parque del Poblado. Todos los días se desplaza desde su casa, ubicada en Campo Valdés, hasta el parque en su silla de ruedas impulsado por sus brazos en un recorrido que dura algo más de una hora. En el parque, trabajando, la actitud para con las personas a las cuales les ofrece sus productos inspira buena energía y al hablar con él se le nota el optimismo. La imagen del personaje que el documental pretende mostrar es la de una persona sin limitación mental, optimista y trabajadora, no es una mirada con lástima debido a su limitación, y el fin mismo del documental es mostrar a esa persona, confiada de si misma viviendo una aventura sin límite.

El documental ha sido un “experimento” psicológico en el cual se pretende documentar la reacción de una persona ante una vivencia poco convencional. El problema ético es no mostrar a ésta persona como un “ratón de laboratorio”, sino como un individuo con una realidad particular y una visión del mundo. La propuesta que se le hizo a Mario a la hora de plantearle hacer el documental fue clave para el desarrollo del mismo y la confianza que él brindó en el proceso. Literalmente se le hizo la invitación a volar haciéndole la aclaración sobre el interés de filmarlo en su cotidianidad, para mostrarlo trabajando y en su desplazamiento a través de la ciudad. La respuesta fue positiva y hubo una motivación mayor por el hecho de incluir su realidad en el documental, puesto que se sintió protagonista (y así lo es) del film. Él hubiera accedido simplemente a dejarse filmar en el vuelo, puesto que la principal razón por la cual quiso hacerlo fue su deseo personal de volar, de vivirlo y al ver la oportunidad la tomó, pero el hecho de darle importancia a su vida incrementó su interés por ayudar. Todo el tiempo Mario ha tenido en su cabeza que el objetivo del documental es un mensaje de superación personal, idea que en parte es cierta pero la imagen que él refleja es la de un hombre que no tiene problema para afrontar su vida y su condición y el objetivo del documental es la de acompañarlo en su vivencia. Este detalle en particular nunca fue explícitamente conversado (superación personal) pero siempre estuvo presente y claro en la forma como fue filmado (acompañamiento).

El documental desde su inicio fue planteado como un documental participativo lo cual no fue desarrollado durante la parte inicial del rodaje. Inicialmente el equipo de producción nos dedicamos a filmar a Mario en su cotidianidad con una mirada un poco lejana y procurando no interferir mucho en esa realidad con la intención de retratarlo lo más fielmente posible y solo hasta cuando literalmente sacamos a Mario de su entorno llevándolo al sitio de vuelo logramos una cercanía con él, acercándonos a la intención primera. La conclusión ante este hecho es la implicación, las consecuencias de hacer el documental tanto para Mario como para el equipo de producción, las cuales produjeron un cambio interior en todos, lo cual se ve y se siente en la imagen. Antes de sacarlo, Mario literalmente se sentía en una posición privilegiada, el centro del universo, con toda la atención encima y el equipo de producción veía en Mario al “personaje”, al cual hay que seguir y filmar como parte del paisaje y protagonista. En el momento en que interferimos su vida, surgió en todos otra sensación, para Mario salir de la ciudad después de muchos años de no hacerlo y muchos kilómetros recorridos impulsados por sus brazos fue sumamente positivo, la forma como se nos mostró fue más humilde y para el equipo Mario era más cercano. Ya para cuando se pudo realizar el vuelo todos estábamos más relajados y fue más natural.

Mario es un estrato social bajo alto, mientras que el equipo de producción medio alto, este detalle puede no ser de importancia, pero para este documental si lo era debido a la propuesta misma, el llevar a volar a un chico en silla de ruedas, lo cual implicaba filmarlo, llevarlo en carro, en parapente, y mostrarle el poder adquisitivo de un grupo de personas que lo miraban a través de una cámara. A nivel ético fue un acierto darle toda la importancia a su historia personal y por parte del equipo la humildad y el respeto fue vital.

La relación que se formó entre Mario y yo como director se fortaleció en el parque del Poblado después del vuelo cuando por sugerencia de él me senté en su silla y viví por un instante su visión, su altura, su realidad, poniéndome a su nivel y así cerrando el círculo, el intercambio de vivencias, él sintió por un instante lo que es volar y yo lo que es rodar. Después de esto siento en Mario un deseo de amistad, yo en lo personal encuentro en él un ejemplo de superación, ese es su principal interés para realizar el documental, y lo ha logrado conmigo. Mi deseo es lograr un retrato real, intenso de una experiencia de vuelo, y fue altamente superado por sus gestos. Ahora, mi responsabilidad es no desconocer esto, no olvidar a Mario como quien logra sus objetivos y luego se va.